Son las tres de la tarde y por la escalera de Academia Inpact asoma Grimanesa González sonriente, colorida, dispuesta a contarnos fragmentos de una historia que reúne sueños, alegrías, pasión, nuevos conocimientos y transformaciones personales.
Se desempeña como Corporate & Academy Manager en Academia Inpact. Siete de los diez años en la empresa Inpact dedicados al estudio y formación académica en Programación Neurolingüística, Coaching, Mentoring e Hipnosis cuyos aprendizajes han influido en una de sus principales transformaciones personales; aprender a canalizar su energía.
Su historia profesional manifiesta un importante tránsito que va del área administrativa –bancaria al área académica y corporativa. Un giro 180 grados en el que descubre un nuevo mundo, gracias a sus ganas de lograr algo en la vida y de vivir en constante movimiento. Su convicción de llegar a todos los lugares nace de su pasión por la bicicleta, su compañera de ruta que la alienta a creer que todo es posible.
Se dice que “somos nuestras decisiones” y para Grimanesa esto es una certidumbre. En la entrevista conocemos cuáles fueron las decisiones que la llevaron al lugar donde está, descifrando las variopintas rutas de su recorrido a través del Coaching, PNL, Mentoring e Hipnosis.
Así fue como comenzaron sus primeros pedaleos…
TOMA DE DECISIONES
Trabajaba en la mesa central del banco Santander y un día por reducción de personal nos despidieron a todos. Pensé en tomar vacaciones pero antes de salir actualicé mi currículum y vi una oferta de trabajo en Inpact por un período de dos meses. Llegué en aquel entonces a la sucursal Nueva York en Santiago de Chile. Cuando abrí la puerta de la empresa, entré y dije; aquí voy a hacer carrera. Iba por dos meses pero sentía que había algo más. Empecé a averiguar sobre los otros cargos de monitoreo, caja vecina, administrativo y 7x24. Un día un supervisor preguntó ¿quién quiere trabajar 7x24? Y respondí ¡yo quiero! En ese trabajo tenía que realizar un monitoreo específico, consistía en transferir de una cuenta a otra 10$ cada diez minutos y pensé ¡aquí me voy a volver loca! (ríe) Era un trabajo muy monótono. Me pregunté ¿qué puedo hacer? Cree un sistema para actualizar monitoreo por una planilla. Además aprendí a utilizar todos los monitoreos. Era la única mujer en ese turno 7x24. Y empecé a reemplazar a mis compañeros en fechas importantes como el día de la mamá. Trabajé mucho. Fueron dos años de trabajo duro. Eso me pasó la cuenta y me vino una meningitis viral por estrés físico. Después de eso bajé mi ritmo.
Un día, pasó por la oficina una secretaria solicitando candidatos para una sesión de hipnosis que se realizaría en la sucursal de Inpact en Antonio Varas, un sábado a las tres de la tarde. En ese momento no estaba pasando por un buen momento emocional. Entonces decidí ir. Me recibió la profesora Andrea Castro Dussert, ella me comentó que estaría Paul, el dueño de la empresa, y pensé “no podré hablar nada”. Entré a la sala y a los cinco minutos estaba hablando todo (ríe). Después de esa sesión era otra persona, me levanté, Paul Anwandter me dio un abrazo muy fuerte y tuvimos una conexión especial. Después de seis meses me entrevistaron por la “sesión”. Después de esa entrevista pasaron seis meses más y me ofrecieron un nuevo trabajo, esta vez, como asistente de la coordinadora académica cuando todavía Academia Inpact no se llamaba así.
El primer año me becaron y estudié Hipnosis. Así comenzó todo durante siete años me formé en Hipnosis, Coaching, PNL y Mentoring.
¿Cuál fue tu motivación para tomar esta invitación laboral y cambiar el giro de tu camino profesional?
Todas mis energías estaban enfocadas en alcanzar algo en la vida.
¿Qué mundo nuevo se abrió para ti?
Me encontré con contenidos como la PNL, Hipnosis…donde comencé a conocerme. Ser congruente es muy difícil, enseñar algo y vivirlo creo que ha sido lo más duro. Cuando llegué, fumaba muchísimo y ahora llevo casi seis años sin fumar. Un día no lo necesité más.
¿Cuál es tu pasión?
Mi bicicleta. Siento que ahí construyo mis sueños. Me conecto con mi ser más íntimo. Pedaleando sé que puedo llegar a todos los lugares.
Una de las transformaciones más grande que he vivido en estos diez años ha sido aprender a controlar mi energía, tenía mucha energía y no sabía canalizarla. Era muy impulsiva. Y no guiaba a la gente de la mejor forma.
Ahora puedo subir un cerro durante cuatro o cinco horas, cruzar el Cóndor (una ruta que sale del Cajón del Maipo hacia Farellones) y estar ocho horas con calor, sed, dolor, y lo único que siento es alegría. El camino me enriquece, las montañas, los valles, son fuente de energía.
Arriba de la bicicleta me encuentro con mis propios límites cuando digo ¡no puedo más! y sigo. Mis problemas los soluciono andando y al regresar vuelvo diferente. Todas mis parejas me dicen: “sale a andar en bicicleta por favor”(ríe)…
EL TRANCE HIPNÓTICO EN BICICLETA
Si nos situáramos en un circuito en bicicleta donde recorriéramos rutas de Mentoring, Coaching, PNL… ¿cómo sería cada ruta? ¿con qué te encontrarías en una ruta de hipnosis por ejemplo?
Sería una ruta bien mágica donde todo es posible. Podrías andar diez horas sin hambre, sin dolores musculares, ahí todo tiene un propósito. Dices; ¡qué mágico es levantarse temprano!…si te empieza a doler algo, te dices; “el músculo está creciendo por eso duele“. Si te da hambre dices; “tengo suficiente para que mi cuerpo se alimente”. Y la brisa en medio del calor la sientes como un regalo…
¿Qué preguntas se responden en esa ruta?
¿Qué es lo más importante en la vida?
¿Eres realmente feliz?
¿Estás haciendo lo que te apasiona?
¿Trabajas para vivir o vives para trabajar?
En ese mismo recorrido comienzas a transitar por una ruta de PNL ¿qué es lo primero que ves?
¡Amigos! Esa ruta está llena de comprensión y de amor. Participo del “Team Diablos MTB”. Por mucho tiempo fui la única mujer y es increíble cómo un grupo de hombres conversa, es apasionante escucharlos. Pelean y a los cinco minutos son amigos, mis mejores momentos los he pasado con ellos. La PNL está llena de técnicas, tus amigos te dicen; “respira de esta manera porque si le pones mucho cardio te vas a agotar y el músculo se va a fatigar; lo mejor es que tomes agua de apoco; se constante, no pares”. En la ruta de PNL no hay mucho silencio y todo es un aprendizaje.
Si tomas la ruta de Coaching ¿cómo es?
Más que una ruta de paseo es una competencia. Una ruta que va del Mall Sport a Farellones. Son 33 kms. Coaching es una meta en específico donde vas contra el tiempo. Te acompañan amigos pero sabes que hay una meta clara y por eso no los esperas ni ellos a ti y está bien que así sea porque no es una ruta para conversar. Eso sí, sin dejar de disfrutar.
¿En qué se pone foco para disfrutar?
En pensar que llevas 10kms. O cuando pasas la primera meta de 16kms y dices hay personas que llegan hasta acá pero yo sigo y llegas a Yerbas Buenas. Vas llegando a esa meta y hay gente aplaudiéndote, puedes ser el ciclista 1.000 pero te sientes campeón porque lo lograste, estás ahí. Eso es Coaching.
¿En qué momento de la ruta del ciclista aparece Mentoring?
En el momento preciso.
Con mis amigos que son muy tops y donde yo también puedo enseñarles algo. Por ejemplo, sería una conversación con mi amigo Mario. Me diría; “negrita hagamos esta ruta ¿lleguemos más arriba?”. Les respondería ¡Ya! Después me diría ¿bajamos por acá? Le preguntaría ¿tú ya lo hiciste? ¿es peligroso? Me diría “no, suelta los frenos, estarás bien”. Mario es insaciable en las rutas las quiere hacer todas así que me invitaría a hacer una ruta más y le diría; “Mario mañana competimos, descansemos ya hemos hecho tres horas de bicicleta”. Le daría esa cordura para parar.
¿Qué aprende Mario como mentor de Grimanesa mentee?
A salir de un mundo machista donde muchas veces las mujeres no son parte de un equipo de hombres. A romper mitos sobre amistades entre hombres y mujeres. A escuchar. Puede pasar mucho tiempo sin vernos pero él siempre está escribiéndome, es como Mentoring, no importa el tiempo que pase siempre estás pendiente de hacer una nueva ruta con el otro.
Nos has hablado de lo importante que es para ti tu energía. Si a esa energía le dieras colores, la situaras en algún lugar ¿qué tiene esa energía que representa tu interior?
Hay una frase que me acompaña hace mucho tiempo y es; “detenerse no es una opción”, esto representa el movimiento constante. Una palabra; alegría. Un color; todos los colores. Me gusta el calipso, el azul, el morado. En mi habitación la cortina es púrpura, el cubrecama y una pared. Otro color es el salmón. ¿Puedes creer que antiguamente sólo me vestía de negro?
Te gusta la literatura, ¿qué libro ha sido significativo para ti?
Un libro que me regaló una amiga, de Laura Esquivel llamado: “Tan Veloz como el Deseo”, es una novela. El personaje principal nació en una mesa y le pusieron Júbilo por la alegría de tenerlo. Él tenía la capacidad de comunicar y escuchar el sentimiento de las personas. Su mamá era española y su abuela indígena y no se comunicaban por tener mala relación. Él aprendió el lenguaje de su abuela. Un día, la mamá estaba en la cocina y le dice a Júbilo; “voy a preparar esta comida porque es lo que quiero hacer y dile a tu abuela eso”. Él va y le dice a la abuela; “dice mi mamá que si quieres puedes preparar la comida aunque lo que ella va a preparar te lo quiere hacer con mucho cariño”. Entonces la abuela feliz dice; “ok. que lo prepare ella” y sonrieron.
Algo importante en nuestra vida es aprender a comunicar mejor con algo que ayude. Después de este libro aprendí a decirme las cosas que quería y no las que no quería.