El primer secreto del éxito es comprender qué significa para usted. Es absolutamente importante tener una definición personal del éxito. Este es un concepto fluido que se va moviendo a medida que transcurre nuestro viaje por la vida; va cambiando, es vibrante, maravilloso y real. Está asociado al crecimiento y desarrollo, y se relaciona con un estado de sentimiento personal, una combinación de felicidad y llenura. El éxito puede involucrar todos los aspectos de la persona, y puedo expresarlo como un sensación de plenitud al comprobar que has logrado lo que te propusiste en alguna área en particular y en una etapa de tu vida.
Es crucial tener claridad mental sobre lo que se quiere lograr antes de comenzar a trabajar para conseguirlo. Muchas veces no entendemos por qué nos esforzamos en alcanzar una meta en particular o desarrollarnos en alguna área, y con el tiempo, perdemos el interés y decaemos en la persecución de la misma. Para evitar esto, debemos realizar un trabajo interno, identificar nuestro estilo de pensamiento y nuestras fortalezas. Es vital contar con alguien que nos haga reflexionar, nos lleve a procesos de toma de conciencia y nos ayude en el seguimiento de nuestros propósitos, objetivos y metas.
En el transcurso de mis años de crecimiento y apoyando a personas, me he dado cuenta de que un proceso bien planificado desde el principio nos asegura cumplir progresivamente con lo que nos hemos propuesto. A esta práctica la denomino “Éxito por Diseño”, el primer paso consiste en encontrar una descripción clara y concisa de la meta u objetivo que deseamos alcanzar, preocupándonos que sea específica, medible, relevante y con un plazo definido. Una vez que la tenemos bien definida , nos enfocamos en una estrategia con acciones y actividades concretas para alcanzarla. Estas acciones deben estar alineadas con los indicadores clave de rendimiento, ser realistas, factibles, específicas, cuantificables y relevantes para la meta. Sí adicionalmente decidimos contar con la ayuda de un mentor, nos ayudará a definir objetivos claros y alineados a nuestros potenciales innatos. La mayoría de las veces al inicio de las conversaciones con el mentor, creemos tener muy claro lo que deseamos, sin embargo, no siempre es así. En innumerables ocasiones durante mis procesos de mentoring, he observado que el objetivo original propuesto por el mentee no es el que realmente quería alcanzar. Aquí es donde el mentoring de desarrollo, enfocado en el ser, nos permite contribuir en transformaciones, estilos de pensamiento, y navegar en este viaje de búsqueda interna de lo que realmente es importante para cada uno de nosotros.
A partir de ahí ejecutamos un plan de acción detallado de las actividades necesarias para implementar las estrategias. Este bosquejo debe incluir fechas límite, responsables y recursos necesarios. En cada etapa del proceso de mentoría, debemos monitorear el progreso mediante métricas significativas para cumplir lo inicialmente proyectado . Un registro regular del avance utilizando los indicadores es crucial para identificar desviaciones y tomar medidas correctivas cuando sea necesario. Los ajustes al plan de acción son siempre necesarios en función del seguimiento y los resultados obtenidos. Además, debemos considerar los recursos disponibles a nuestro alrededor, que pueden incluir personas, materiales, artículos, libros y, en ocasiones, un presupuesto financiero para implementarlo.
Durante las reuniones con el mentor, debemos analizar y enfocarnos en los posibles desafíos o dificultades que podamos enfrentar en el camino hacia el logro de lo propuesto. Es fundamental identificar y superar los obstáculos, así como mantener una motivación constante. Las razones y fuentes de inspiración son esenciales para mantener el compromiso y la persistencia hacia el destino.
Visualizar la victoria y celebrar cada logro es muy importante para mantener la motivación. Una vez que hemos alcanzado las diferentes etapas, es crucial reflexionar sobre las experiencias y lecciones aprendidas durante el proceso, e identificar áreas de mejora para futuros proyectos.
Desde el punto de vista organizacional, cuando perseguimos el éxito es muy importante estar alineados con la visión y misión de la entidad. Cuando esto sucede y, además, se alinean los objetivos de cada área y los individuales, podemos obtener un efecto de sinergia en el logro de las metas. Para esto, se requiere de un liderazgo muy colaborativo y formativo que, a través del conocimiento y de la preparación en herramientas de coaching y mentoring, puede fomentar en el equipo la facilitación para alcanzar lo que se ha propuesto.
Otro aspecto importante en el ámbito laboral y profesional es demostrar éxito en el liderazgo. Para llegar a ser un buen líder, debemos entender nuestro estilo de comunicación, planificación y cómo armar un buen plan de aprendizaje personal y colectivo. Es valiosísimo someterse a una retroalimentación y evaluación 360° de parte quienes nos rodean para entender nuestro mundo personal. Primero debemos aprender a liderarnos a nosotros mismos para ser lideres resonantes. Con la ayuda de un mentor, es factible trabajar a fondo en nuestras competencias y fortalezas, desarrollando diferentes áreas para llegar a ser personas que se conocen, identifican sus puntos ciegos y superan barreras. El liderazgo se aprende y el cambio es intencional, es válido decir que nos convertimos en lo que soñamos, alimentando nuestra visión personal a través del proceso de mentoreo nos enfocamos en un futuro deseado, usando la pasión, la vocación, el propósito y construyendo un legado, así como en nuestros principios y filosofía, y finalmente en quiénes somos.
Vivimos insertos en historias, el camino hacia el éxito es una travesía personal que requiere claridad, planificación y apoyo. El mentoring de desarrollo se presenta como una herramienta poderosa para alinearnos a nuestro diseño original, facilitando no solo el alcance de nuestras metas, sino también el crecimiento y la transformación personal. Al final del día, el éxito no se mide únicamente por los resultados, sino por la satisfacción y el bienestar que sentimos al haber superado los desafíos y alcanzado nuestras aspiraciones.