En primer lugar, todos los seres humanos soñamos tres a cuatro veces cada noche, nos acordemos de ellos o no. Este fenómeno natural, llamado sueño REM por su sigla en inglés para Rapid Eye Movement (en castellano es MOR, Movimiento Ocular Rápido), se repite de 90 en 90 minutos, y fue descubierto en 1953 en Estados Unidos.
Por lo tanto, soñar es un proceso biológico originado en la corteza cerebral, donde también se activa el sistema límbico.
Existen diversas teorías y factores de por qué olvidamos nuestros sueños.
Freud, el psiquiatra vienés, considerado el padre del psicoanálisis postuló, en 1900, que no recordamos los sueños para reprimir contenidos indeseados. Sin embargo, hay otras situaciones que causan su olvido.
Una de ellas, es la carencia de un ciclo de sueño reparador; al recibir un sueño de 90 en 90 minutos, generalmente necesitamos dormir entre 7 a 8 horas cada noche. Por ese motivo, después de una mala noche, no los recordamos.
Otras causas de no acordarse de los sueños son la ingesta de alcohol, el uso de drogas, anfetaminas, benzodiazepinas, psicotrópicos, u otras sustancias antidepresivas que puedan interferir sobre el sistema nervioso central.
La neurociencia ha descubierto recientemente que la deficiencia de algunos neurotrasmisores, como la serotonina, entre otros, reducen el sueño REM. Por ello, estos serían nuevos motivos por los cuales olvidamos los sueños.
Actualmente, para combatir el insomnio, es recetada la hormona natural, llamada melatonina. A pesar que la melatonina es segura a corto plazo, conlleva ciertos efectos secundarios. Y aún no han sido publicadas investigaciones concluyentes al respecto. Se sugiere consultar a un médico y evitar la automedicación.
Además, en ciertos casos, los sueños suelen olvidarse cuando no existe interés o conocimientos para comprender su significado. Curiosamente, otras veces recordamos algunos sueños durante toda la vida.
La ciencia ha constatado que recordar los sueños trae muchos beneficios, entre ellos, el aprendizaje y consolidación de la memoria. Existen técnicas para acordarse de los sueños, como anotarlos o grabarlos diariamente al despertar.
Los sueños son una guía emocional, física y espiritual, nuestra sabiduría interior, que a través de imágenes, nos indican el mejor camino para beneficiarnos de una vida más plena.
*Rosa Anwandter
Analista de sueños junguiana.
Autora de los libros: Los sueños el espejo del alma, El poder mágico de los sueños, El lenguaje de la noche, junto al Dr. Stanley Krippner, Sueños en la noche del tiempo.
Directora del Centro de Estudios Oníricos de Chile: www.ceoniric.cl