Los sueños de contenido espiritual son comunes, y quienes los tienen informan despertar con una sensación de bienestar y paz.
En los sueños espirituales suelen aparecer figuras de nuestras creencias. En estos sueños suelen surgir imágenes de Jesús, la Virgen María, algún Rabino, Sacerdote, Mahoma, Buda, Shiva, o chamán, etc. El mensaje implícito es llamar la atención hacia la espiritualidad.
En todas las culturas, los sueños espirituales repetidos con más frecuencia son los siguientes elementos de la naturaleza:
El sol en la tradición china, está asociado al corazón, para los pueblos andinos es el dios Inti.
La luna, en la antigüedad era una analogía del ser humano, dado que como éste tiene los mismos ciclos; nace, crece, envejece y desaparece. Tiene una connotación femenina, es representada por el metal plata.
Las aves, en las culturas antiguas, así como para los habitantes originarios de América, las golondrinas, el ruiseñor, y el águila traían mensajes del espíritu.
El aire era considerado el portador de la vida, el soplo divino.
Las tempestades, los truenos y los relámpagos, han sido calificados como revelaciones espirituales.
La mariposa, en la mitología griega, personificada por la diosa Psique, es hasta hoy, símbolo de transformación, y del alma.
Por tanto, es coherente, que las personas religiosas, místicas o espirituales recuerden sueños asociados a sus creencias. Sin embargo ¿qué pasa con los agnósticos o los incrédulos?
Es curioso, pero los agnósticos fueron quienes recordaron mayor cantidad de sueños referentes a su esencia espiritual.
A continuación algunos componentes espirituales compartidos en los talleres de sueños de quien subscribe este texto.
Los ateos suelen contar sueños donde aparecen enérgicas alusiones al cielo, las estrellas, al sol, la luna, las montañas, los árboles, el océano, selvas frondosas, ríos caudalosos, playas, e infinidad de elementos de la naturaleza, que trascienden cualquier análisis psicológico.
La imaginería onírica más recordada por las personas incrédulas, es haber visto una luz resplandeciente iluminando toda la escena donde se desarrollaba el sueño. Tal vez como mensaje, que el ser humano también posee características sutiles. En efecto, quienes recuerdan nítidamente esas experiencias, describen haberse sentido en otra dimensión. Como sugerencia, que la espiritualidad para el ser humano, es una función trascendental, esencial y transportadora a un espacio sublime.
Rosa Anwandter, analista junguiana, autora de los libros “Los sueños el espejo del alma”, El poder mágico de los sueños”, “El lenguaje de la noche”, junto al Dr. Stanley Krippner, “Sueños en la noche del tiempo”. Directora del Centro de Estudios Oníricos de Chile www.ceoniric.cl