Jueves, 01 Septiembre 2016 19:38

AMO MEJOR QUE ANTES

Al encender la televisión a las ocho de la mañana, Luis Jara, enérgico y sonriente, saluda a todo Chile a través de la pantalla de “Mucho Gusto”, el Matinal más visto de la televisión chilena, programa producido por Mega el canal que marca tendencia creativa en la actual programación nacional. Todas las mañanas, de lunes a viernes, Luis Jara junto a la conductora Kathy Salosny, anima con alegría, baila, salta y ríe durante cinco horas al aire, aunque según nos revela nada de esto ha sido gratuito. 

Dietas, gimnasio y meditación son algunas de las acciones impulsadas por una nueva manera de ver la vida, luego de haber tocado fondo. 

En la entrevista, el conductor de televisión y cantante nacional, relata cómo en estos últimos tres años se ha dedicado a crecer, a despojarse del ego, a encontrar su verdadero afán en la vida y a re construir su sentido de realización, porque para él nada ha sido “un golpe de suerte”.

CANTANTE 

Luis Jara descubre su pasión por la música a los diez años de edad. Gana en el programa infantil Dingolondango, consigue diversas participaciones en televisión juvenil y cultiva su camino musical hasta 1985 año en que gana en el estelar “Martes 13” con su éxito Ámame, tema que escala en los ránking musicales y se instala en la memoria de los chilenos. 

Hoy cumple 30 años de su trayectoria artística y los celebra en una Gira Nacional con un recorrido por los grandes éxitos de su carrera, Ámame, Mañana, No sé Olvidarte, Un Golpe de Suerte, Que no Daría, entre otros. Veinticuatro músicos en escena y una importante cuota de simpleza y cercanía con el público, marca el sello de esta nueva etapa. 

Luis ¿qué es lo más importante que has construido en estos 30 años de carrera?

Es una pregunta amplia porque es una vida. Quizás, lo mejor ha sido hacer de la música una vida, he podido vivir de la música. Soy músico primero que nada, la música le ha dado sentido y foco a mi vida. Soy cantante, mi pasaporte dice cantante. Nunca pensé llegar a cumplir treinta años de carrera. Me siento vital, con energía, soy inquieto y eso es gracia a hacer lo que me gusta, lo que me apasiona en la vida es cantar. 

¿Qué sentido tiene para ti definirte como cantante?

Me da una identidad, sé exactamente quién soy desde muy chico, sabía qué quería hacer. Me sirvió para saber quién soy. La música es lo que más me gusta hacer en la vida.

¿Cómo llegaste a ese descubrimiento?

De pronto lo sientes. Tengo una imagen cuando iba en una micro y tenía diez años. De repente miré hacia delante y en vez de ver calles, vi mi futuro y dije ¡voy a ser cantante! Cuando me bajé, llegué a mi casa con esa certeza. Es como un niño que juega fútbol y le preguntas ¿qué vas ser cuando grande? y te dice, futbolista. Algo se deposita en ti de una manera muy mágica e inexplicable que te dice lo que vas a hacer. A veces me desconciertan mis hijos y ellos me dicen, ¡no! ¡tú nos desconcierta papá!, porque no es lógico saber lo que quieres de tan chico. Yo creo que ha sido un encuentro mágico.

Y ese encuentro mágico ¿con qué lo asocias?

Tengo fe en Dios, no profeso la religión católica pero creo en un ser superior que determina un destino y te da una tarea. 

¿Cómo has logrado conservar una carrera musical en el tiempo?

No sé. Quizás porque yo también me he encargado de mantener viva la pasión como una relación de pareja. Me he preocupado mucho por la música, he sido respetuoso, le he dado un espacio en mi vida, no la he apartado ni la he asfixiado. Algunas personas toman su profesión y la ahorcan como medio de vida para generar recursos. Yo solté la música y me dediqué a cuidarla, a hacerla mucho más simple, más emotiva, más noble y eso creo que la música me lo ha agradecido porque antes cantaba “Ámame” como si se fuera a acabar el mundo y la gente decía: ¡a este niñito se le va a salir la vena!  Llevé esa canción por todo el mundo y la cantaba, la cantaba, hasta que dije ¡no más! ahora ¡déjenme tocar sólo con guitarra! 

Y ese darte cuenta, de querer tocar un tema de otra forma ¿Con qué etapa de tu vida se relaciona?

Con la templanza, no tengo afanes como antes. Cuando joven quería comprarme una casa, un auto, irme de vacaciones, tener amigos, tener hijos, cuenta corriente, una, dos, tres y tener, tener, tener. Y ser bueno en todo, ser ejemplar…son esos afanes que te asfixian y de repente dije: yo no tengo ese afán. Tengo esta casa (donde nos recibió para la entrevista) una casa grande pero crecí en una casa súper chica y no recuerdo haber sido infeliz en mi casa chica. De hecho, no recuerdo haber tenido un auto más piola del que tengo ahora. Hoy no me interesa cantar más fuerte para que me escuchen, tengo perfil de florerito porque soy así pero en general mi música se ablandó y yo también. 

¿Y cuál es tu afán hoy entonces? 

¡Ah! ¡quiero pasarlo bien! Se lo dije a mi personal training hoy día, no quiero dietas odiosas, no quiero comer un pescado con papás fomes, si quiero hacer ejercicio no quiero que me duela al otro día porque no quiero levantarme dolorido. Mi afán es pasarlo bien. Y cuando veo que no lo estoy disfrutando, no quiero estar ahí. Ahora llegué y quería comer un pollo con cúrcuma, orégano y dije lo voy a acompañar con un pebre y una papa cocida ¡qué más rico! Y eso es dieta pero no quiero un pescado sin sal con papas sin sal ni con quesillo. Y si voy a estar con mis amigos no quiero que mi mujer me llame o si estoy con mi familia que pase lo mismo. Yo creo que hacemos todo al revés. Todo es para pasarlo mal, uno pregunta oye ¿cómo estai? y te responden ¡ahh estoy raja! ¿Cómo has estado? ¡pucha no sabí lo que me pasó! 

Mi afán es pasarlo bien, punto. Llego al canal y me digo ¡hoy lo voy a pasar la raja!

PLAN MAESTRO 

Nos contabas al comienzo de la entrevista que tienes una rutina diaria ¿en qué consiste?

Sí. Me despierto a la 5:40 am. y durante 20 minutos estoy en mi cama respirando profundamente y medito hasta que mi mente quede en blanco para bajar la ansiedad, porque los seres humanos nos despertamos ansiosos, cansados y frustrados, por eso respiro. Mi mujer me mata porque siente como respiro así... (inhala y exhala fuertemente). Ahí me bajo de la cama y en la ducha realizo elongaciones en todas mis articulaciones porque el agua caliente hace que uno suelte la musculatura, hasta que logro combatir los dolores inherentes al paso del tiempo. Salgo con mi buzo, entro a la cocina y me preparo un batido que lleva jugo de frutas, maqui, chia, aloe vera gel, agua, endulzante y me lo voy tomando en el auto, escuchando música de meditación. Y llego en estado zen al canal todos los días, y cuando entro a las 7:00 am. soy otro. Una hora veinte diaria, ¡solo!, lo hago todos los días del año. Entonces cuando ves la tele en la mañana y dices pero ¡cómo! ya está saltando o se está riendo este tipo es porque hice un trabajo previo, no es gratis. Hay que trabajar para estar alegre.

¿Cómo llegaste a darte cuenta que hay que trabajar para estar alegre? 

Mira pasé momentos muy difíciles cuando llegué a pesar 107 kilos, ahora peso 85. Hace tres años toqué fondo en un estado de absoluta inconsciencia, estaba muy triste, muy cansado, no estaba haciendo las cosas bien. Hice un trabajo de reconocimiento de re- construcción con el apoyo de Silvana (mi señora) en esta misma casa, no me fui a la India ni traje un terapeuta ni un psiquiatra. Me di cuenta que estaba sobregirado, que la vida me había pasado la cuenta, me estaba viendo feo, gordo, cansado y dije ¡no puede ser! Entré a la pieza y le dije a Silvana: esto no está bien. Partí operándome, me hice la manga gástrica el 2012 y bajé como veinte kilos. En ese proceso empecé a “armar” el tipo que soy hoy día, me junté con las personas de mi productora y les dije; voy a ejercer un plan maestro para llegar a mis cincuenta años como la persona más realizada de la vida. Y quiero advertirles que haré la fiesta más grande de mi vida, siempre y cuando llegue con salud.

Estos últimos tres años me he dedicado a crecer… y a escuchar. Dejé de comer carne roja, no fumo, voy al gimnasio, medito, ¡lo paso la raja!, hago lo que me gusta. Me di cuenta que el único que podía hacer ese cambio era yo y que en realidad, me encanta estar vivo ¡vivir es increíble! 

Cuando cumplí cincuenta años hice una fiesta para trescientas personas me gasté todo lo que te puedes imaginar, hice la mejor fiesta del mundo, tomé una copa de champagne y dije; voy por cincuenta años más, y todos dijeron ¡amén!

¿Qué aprendiste en ese proceso?

Que estamos todos equivocados viviendo en una sociedad enferma que soy parte de esa sociedad y me salí entre comillas. Trato de no contaminarme. De hecho, hago mucho Coaching a mis amigos, me gusta regalar esto que me pasa y hacer ver que depende de cada uno hacer un cambio porque esto no es un golpe de suerte, muchos me dicen ¡oh la suerte que tení! Yo les digo; esto no es suerte.

¿No crees en la suerte?

No, no creo, en algunos casos no es suerte, es destino. Por ejemplo, soy lo menos macabeo y mamón que hay, pero creo que Silvana es mi vida, y si yo me hubiese mandado una “embarrá” la habría perdido. Yo creo que uno es artesano de su vida. 

ESTADOS DE CONSCIENCIA

Has mencionado la palabra “solo” como concepto determinante en esta etapa de tu vida ¿qué significa para ti estar solo o la soledad?

Me he ido acostumbrando a los espacios de soledad, no me han gustado mucho porque me aburro. Y ahora necesito estar solo, ¿curioso verdad? porque durante toda mi vida me ha gustado estar rodeado de gente pero hoy la vida me ha llevado a buscar espacios de soledad que son exquisitos. Nunca he fumado marihuana, no he jalado cocaína, no tengo vicios, no consumo drogas. ¡Me gustan los estados de conciencia!, me gusta saber quién soy, con quién estoy, para dónde voy, a lo más me he emborrachado pero conscientemente decido hacerlo. Me gustan los estados de conciencia y me gusta estar conscientemente solo.

¿Con qué te conectas ahí?

Conmigo.

¿Qué descubres?

Me proyecto, me fabrico, me estudio, no me castigo como me castigaba antes, me acepto, me modifico, hago algunos ajustes, digo; hace esto por aquí, saca esto por acá. He ido trabajando qué es mejor para mí y qué le hace mejor a los demás. Por eso cuando me planto frente a una cámara tengo una conversación previa conmigo y sé que la gente está esperando algo de mí y yo se los doy.

¿Qué te dice esa voz?

Que estoy en el lugar que corresponde, que tengo una responsabilidad y yo lo asumo. 

¿Qué responsabilidad sientes como personaje público?

A veces la gente espera más de uno y uno es un gallo común y corriente. Piensan que eres como un dispensador de plata, de sueños, de sonrisas, de selfies, de saludos, de esperanzas y andar todo el día así es una locura. He logrado tener una responsabilidad intermedia porque es súper difícil, la gente quiere demasiado y la asumo hasta cierto punto. Intento hacer bien mi trabajo y cuando salgo al mundo trato de ser el tipo más normal pero no siempre lo puedo hacer porque si empiezo a llenarme de caretas no voy a ser el personaje que soy. Tengo defectos y virtudes, pero no pretendo pintarle algo a la gente que no soy. Tengo la responsabilidad de ser honesto, ¡esa es mi responsabilidad hoy día! ser tal como soy.

MÁS AMOR, MENOS EXIGENCIA 

Mientras hacemos la entrevista llega su hijo menor al living y le dice; ¡Papá!...¡Te quiero! Y luego le pregunta ¿te puedo mostrar un poema? Y Luis responde, ¡claro! lee el poema en voz alta y para terminar le pide a su hijo un favor ¿te puedo pedir un beso? Y en eso llega “Hulk” (su perro) a comerse las galletas puestas en la mesa de centro. ¡Qué fresco eres! le dice, lo abraza y lo besa. 

Luis ¿qué espacio tiene el amor en tu vida?

¡Todo! Me enamoré. Amé a mis padres, amo a mis hijos, amo a mi esposa, amo cantar amo a mis amigos, les digo ¡te amo! Me levanto con amor, incluso a veces exploto de amor. El amor te exige, es apasionante, no es solamente flores también es exigente, rudo, tiene matices. Para mí, todo lo que hago es con amor, vivo con amor.

Cuando hablabas de cuidar la música ¿a eso te referías?

Sí, aunque a veces uno ama y daña. No nos damos cuenta que asfixiamos, por mucho tiempo asfixie a la música. Quería que las canciones tuvieran éxito, que sonaran en la radio y les hacía arreglos y me cambiaba de ropa. Y la música me miraba y me decía; si es tan simple como cantar, ¡para qué tanto! Hoy todo es mucho más simple. Aunque para mí es todo o nada, si no me saludan digo ¿por qué no me saludaste? Si llego a casa digo; ¡mi amor cómo no te das cuenta que llegué!, tengo eso pero he aprendido a amar también. Creo que ahora amo mejor que antes…estoy mucho menos exigente.

¿Cómo te percibe el público?

No sé…cercano ahora. Me estoy acostumbrando a ser cada día más yo en la televisión porque uno está muy expuesto. Si digo algo que al público no le gusta, me hacen pebre en las redes sociales. Hay personas que me dicen, a usted lo encuentro machista, usted no deja hablar a la Kathy, se cree la raja, en fin. Y capaz que hasta cierto punto tengan razón, son los matices de mi personalidad. 

Mencionas a tus padres como pilares en tu vida ¿qué querían ellos que aprendieras de la vida?

Mi papá siempre pensó que tenía que tener una casa y fondos mutuos o depósito a plazo para que él se muriera feliz y mi mamá quería que tuviera un “cartón”. Pero hoy que tengo hijos grandes, uno de veinte años y otro de dieciocho, creo que ambos querían que fuera feliz. Me vieron sufrir mucho. Sufrí mucho por esta carrera, porque no me aceptaba, toda la vida me afectó no ser el tipo alto, galán y no me daba cuenta que mi personalidad era mucho más importante de cómo me viera. Lo pasé tan mal que mis papás me vieron sufrir, cuando le dije a mi mamá que me iba a operar la nariz me dijo: ¡por qué vas a hacer eso! ¡qué va a decir la gente! ¡los hombres no se operan! Hoy miro para atrás y en realidad era una tontera ¡daba lo mismo!

¿Qué representa hoy la operación de tu nariz?

Una anécdota. Pasó de ser muy importante a importar nada.

EL FUTURO Y LOS 80 AÑOS DE VIDA

Cumplidos 51 años de vida ¿Cómo ves el futuro?

Ahora veo el futuro, antes me daba miedo ¡terror! Tengo un productor que es mi brazo derecho, su nombre es Fulvio, somos muy amigos. Y le he dicho, mira cuando tenga ochenta años tu vas a tener 65. Yo he soñado que estoy en Casablanca en una casa patronal con mis caballos. Con un teatro que voy a tener solo para algunas personas, y voy a bajar de mi casa como una especie de leyenda. Entonces, va a llegar un garzón a decirme, don Luis lo busca el señor Giglio, y le voy a responder ¿Fulvio Giglio? Sí, dice que trabajó con usted muchos años. He soñado que me junto con él y que me dice: ¡Lucho! ¿por qué no hacemos una gira como las que hacíamos antes?... me convence y agarramos un bus…(ohh me emocioné al contarlo) Quiero que la vida me sorprenda pero tengo esa imagen como una especie de película. Y quizás tener 80 años y decir; Luis Jara Vuelve ¡no te lo pierdas! Viendo a la gente emocionada y con mis hijos y mi mujer viéndome. 

¿Qué tendrías que dejar para seguir avanzando en tu desarrollo?

Despojarme de mi ego. Creo que cada día tengo menos, estoy mucho más terrenal y aterrizado. Estoy dispuesto a renunciar a lo que tenga ganas de renunciar. Antes fumaba y hoy ya no lo hago, tomaba café, comía carnes rojas. Lo que jamás renunciaría es a los afectos y a cantar. Creo que podría dejar la televisión algún día, es un espacio que me hace feliz pero cuando deje de hacerlo me iré a crear, a formar gente, no sé…

LAS HABILIDADES PARA EL ÉXITO

¿Qué habilidades llevan a una persona a construir una carrera como cantante?

Perseverancia. La gente que tiene un don si no lo trabaja lo pierde. Lo que juega a mi favor es que soy súper trabajador, disciplinado, riguroso y perseverante. 

Si tengo la carrera que tengo es básicamente porque soy súper trabajador y dedicado. Llamo para preguntar cuántas entradas se han vendido, por ejemplo. Lo hago todo el día, estoy preocupado de la pauta de mañana, de quien me hará un masaje, de qué voy a cantar y cuánta gente va a ir, elijo la ropa. Soy un profesional absoluto de la música, no se me va ningún detalle. Todo me importa, no sé cómo se hace de otra manera. 

¿Con qué te conectas a la hora de cantar?

Ahora con mi alma. 

¿Y antes?

Con mi voz, con lo externo, con la fama, con el público, con los sellos, con cualquier cosa. Hago una lectura de los artistas muy famosos que han hecho vuelcos importantes y positivos en sus carreras como Ricky Martin y Juan Luis Guerra, ellos han encontrado un verdadero sentido a su carrera y se han despojado de la industria. Es muy difícil hacer eso, y yo lo he entendido sin tener que irme a la India. 

LA CLAVE DEL TRABAJO EN EQUIPO

Luis Jara hoy tiene una Academia de Canto, www.academialuisjara.cl a cargo de Silvana, su señora, con un equipo de diecisiete personas y trescientos alumnos. En el canal Mega, 64 personas conforman el Matinal Mucho Gusto, y en la productora a su cargo lidera un equipo de seis personas más el equipo técnico de música conformado por veintidós personas más.

Y para finalizar la entrevista. Desde tu experiencia Luis, ¿cuál es la clave para crear equipos?

El amor. Si una persona va a un trabajo y no le gusta no puede trabajar. Cualquier persona tiene la obligación de buscar un espacio que le guste.

La señora que prepara la comida en nuestra casa es peruana y yo le dije; admiro a la gente que hace bien su trabajo, la admiro por cómo presenta la mesa y voy a pedir que dios bendiga sus manos por cómo cocina. Ella se emocionó y me dijo; nunca me habían dicho algo así. Siento que me enamoro de la gente con que trabajo y viceversa, me siento muy querido por ellos.

 

 

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