Ya desde la visión Socrática y su Mayéutica las preguntas fueron desde la antiguedad herramientas de cambio, reflexión y transformación para el ser. Bien empleadas, planteadas con sentido y lanzadas en el momento justo generaban la interiorización necesaria para que surgiera desde adentro aquello que no era tan evidente en el pensar cotidiano.
En términos generales, así empieza una Sesión de Mentoring de Desarrollo, explorando los temas que para el Mentee, como se denomina a quien recibe mentoring, suelen ser más importantes, relevantes, lo agobian, lo preocupan o simplemente los quiere revisar. El Mentor por su parte busca tener, con esta primera pregunta, el hilo conductor para desarrollar una conversación capaz de generar reflexiones y cambios en el tipo de pensamiento, en la expansión de la conciencia y en la identidad del ser de aquel que esta siendo, en esos momentos, el menteé.
Ambos, Mentor y Mentee juegan un rol fundamental en el andar de la conversación, y en esa relación bidireccional, ambos aprenden, ambos cambian. El Mentor en primera instancia, lo primero que hace, es conectarse desde el rapport, habilidad que comprende justamente la capacidad de conectar con otro ser humano, de llegarle, de hacer empatía con el y de esta forma, desde esta sintonía empieza la magia de una conversación que facilita un espacio donde el menteé se sienta cómodo, no juzgado y sobretodo escuchado.
El Mentoring de Desarrollo busca aclarar la dirección y el propósito que busca un Mentee en su vida y que se va a ir aclarando mientras, el Mentor, a través de las preguntas, explora los espacios donde residen las transiciones, los conceptos, la lógica, la verdad, las ausencias, los valores y toda aquella información que pueda estar limitando el pensar y el accionar del Mentee.
Lo anterior es parte de un proceso que busca acrecentar el aprendizaje mutuo y construir el hábito de la reflexión, entendiendo que en la sesión de mentoring se da una curva de reflexión que surge a través de las preguntas y la conversación, y que busca pasar el foco de la atención del menteé desde lo exterior hacia una energía interior que lo va a ir guiando en la búsqueda de esos mismos aprendizajes.
Hoy en día, la vorágine con la que se desenvuelven las actividades en la vida de los seres humanos, con niveles de estrés y de presión altos, hace más urgente que nunca que dispongamos de espacios de conversación y de reflexión, para hacer una pausa y poder entender qué estamos haciendo bien, qué estamos haciendo mal, y sobretodo como nuestros pensamientos pueden pasar de ser un peso o una carga a ser un faro de luz que ilumina nuestro andar en el día a día.
Es por esto que el Mentoring de Desarrollo se necesita y se está convirtiendo en un Proceso de Guía y Acompañamiento muy efectivo. Buscar un Mentor puede marcar la diferencia, o convertirse en una antes y un después en la vida de toda persona, porque definitivamente hay preguntas que nos abren la mente a posibilidades no exploradas y que nos permiten ver el mundo con otros ojos y eso se traduce en resultados, en una vida más plena y con mucho más sentido del que nos podamos imaginar.
Juan Carlos Saez
Alumno Diplomad de Mentoring Profesional
Academia Inpact