Pese a nacer sin brazos y manos, Jorge Artus piensa como un ser ilimitado acuña frases de la pintora y poetisa Frida Kahlo, que lo inspiran día a día en su crecimiento y dice; “para qué necesito piernas si tengo alas para volar”.
Parte de su desarrollo humano lo agradece a sus padres quienes le enseñaron a vivir desde la autonomía. ¿Qué sentido tiene para él la autonomía? ¿qué determina que un padre pueda entregar educación autónoma? ¿cuándo quitamos autonomía a los demás? Estas y otras preguntas nos responde en la siguiente entrevista.
Artista Visual
Ha participado en 35 exposiciones colectivas, más de 40 exposiciones individuales. Se adjudicó el proyecto mural de la estación del metro de Santiago de Chile, Hernando Magallanes, titulado “Selknam” inspirado en la cultura indígena de nuestro país. Y en el mes de octubre de este año viaja a Estados Unidos, Los Ángeles, a presentar sus pinturas en la Exposición titulada: “La Levedad del Capricho” en el Museo de Arte Latino (Latino Art Museum) que promueve obras de artistas contemporáneos latinoamericanos con talento.
Jorge ¿cómo descubriste tu gusto por la pintura?
Surgió por una necesidad de darle sentido a la posibilidad de crear. Estudié Publicidad pero no me sentía realizado. Opté por el dibujo para contar de manera desligada del acierto lo que estaba sintiendo y sin querer empezó a mostrarme una herramienta comunicacional. Por mi limitación física hay cosas que no puedo hacer pero sí la creatividad me permite hacer muchas otras, es como un ser ilimitado. De manera muy inconsciente el arte me auto renovó como persona.
Tengo más una tendencia de ser comunicador que artista visual, el arte es un medio que más adelante puede mutar en otra opción, escribiendo o comentando en radio, no quiero “casarme” con ningún lenguaje, esto no siempre puede significar un acierto.
Siento que los seres humanos estamos buscando la felicidad en el acierto y no estamos entendiendo que el riesgo es lo más maravilloso que tenemos y que cuando uno se arriesga es porque confías en ti.
¿Cuáles son esos riesgos que has decidido tomar?
Haber optado por seguir mi camino personal en vez de estar con la mamá de mi hijo por ejemplo, y tomar el riesgo de separarme porque si no lo hacía habría sido hipócrita. Era un riesgo no estar con mi hijo todo el tiempo. Fue duro pero sentía que era lo que tenía que hacer.
Más que jactarme del resultado final que fue favorable, lo hice porque mis “viejos” me enseñaron a sentirme bien conmigo mismo con conciencia y consideración a los demás. Lo que no es fácil, porque cada uno de nosotros fluye con sus propios egos, vanidades y desaciertos.
El riesgo es una constante y no arriesgarse es como negarse. Es como decir, tengo todas las posibilidades de vivir y no quiero vivir. Estamos viviendo bajo el alero del miedo, de la angustia, de no tener plata para pagar el arriendo, porque la ignorancia genera esclavitud entonces puedes pensar que estás cómodo porque no te arriesgas y en realidad es todo lo contrario.
¿Qué significado tiene para ti la libertad?
Con el tiempo la he entendiendo con algo que está muy relacionado con la autonomía. Autonomía para mí es tener la posibilidad de decidir, aunque físicamente no lo puedas hacer, es diferente a la independencia. Quizás mucha gente es independiente pero no es autónoma. Prefiero la autonomía porque nos da libertad. Autónomo significa sentirte responsable de las decisiones y no sentirte víctima de las circunstancias.
El riesgo es una constante y no arriesgarse es como negarse. Es como decir, tengo todas las posibilidades de vivir y no quiero vivir”.
El Riesgo de la sobreprotección
Dices que tus padres te enseñaron a sentirte bien contigo mismo ¿qué te decían? ¿que aprendiste de ellos?
No me decían nada, se comportaban de una manera. No era el sermón de cómo hacer las cosas sino lo que hacían. Aprendí que eran felices como personas y que dependía de ellos mismos. No se iban a desvivir por mí o iban a dejar de vivir sus vidas porque yo no tenía brazos o porque mi hermano tenía siete años. He visto cómo padres y madres arrastran “el dejé de ser tal cosa por ti”, o “dejé de estudiar por ti” y dicen “dejé de crecer por ti y ahora te vas”.
Mis padres se separaron a los veinte años de casados y lo veo como una fortaleza, porque desatiendes un sentimiento que tiene que ver con la soledad o la nostalgia de estar con esa persona en la cotidianidad en pro de tus beneficios emocionales. Igual tiene un espacio de tristeza pero aún así, vuelves a ti ¡y eso es la raja!
Aprendiste desde la libertad, ahora ¿qué riesgo ves en la sobreprotección a un otro?
Anulas a la persona le estás diciendo ¡no puedes! Cuando sobreproteges al alguien, le estás diciendo; “necesito controlarte para mi propio beneficio” y luego justificas esa necesidad profunda de control diciendo; “te voy a cuidar ante todo”. Uno; no estás viviendo tu vida con los aciertos y desaciertos y dos; estás anulando a otra persona en pro de tú beneficio. Y se habla de amor y no es así, la sobreprotección está muy mal encubierta. Tenemos que dejar que las personas se paren, crezcan, sientan, tengan rabia y todo lo que sucede como seres humanos.
Y esto no sólo ocurre en el vínculo entre padres e hijos, sucede en los países, la política. En Chile hay una sistema paternalista donde se genera poder sobre los personas a través del miedo, del caos, desconociendo los desarrollos que tenemos y eso no le hace bien a nadie.
Entender en vez de juzgar
Te presentarás en Estados Unidos en la exposición titulada “La Levedad del Capricho” ¿qué quisieras expresar ahí?
Que como personas nos permitamos las rabias, alegrías y respetemos las emociones del otro porque así dejamos de censurar y empezamos realmente a empatizar. Uno no es tan empático todo el tiempo. Hoy es una buena oportunidad para valorar el crecimiento del otro sintiéndonos feliz de que otra persona esté feliz. Y que sentirme feliz a costa del sufrimiento de otra persona no nutre nada.
¿Tiene que ver con visibilizar lo que nos pasa como seres humanos?
Absolutamente, pero desde uno. Entender que sí podemos sentir envidia, rabia y dolor. Y en vez de decir; ¡este gallo que es envidioso!, entender lo que está sintiendo porque también nosotros lo vamos a sentir o lo hemos sentido. Si exploramos en las emociones de las personas realmente estamos empatizando. Y ahí te liberas y sales de apuntar con el dedo a entender al otro. Cuando empiezas a descubrir que también eres débil y te equivocas, te liberas y te detienes a observar a los demás.
La exposición tiene que ver con esta reflexión personal, es un autoanálisis, y como tengo la oportunidad de acompañar a mi hijo que está creciendo, él va a tener muchos desaciertos y yo no le voy a decir, ¡pucha que hiciste esto mal! ¡hasta cuando!, porque yo también he pasado por eso, entonces, lo tengo que atender y no apuntar.
“Cuando empiezas a descubrir que también eres débil y te equivocas, te liberas y te detienes a observar a los demás”.
Oportunidad de Realizarme
Jorge Artus se siente un comunicador, por esta razón, hace algunos años, desarrolla talleres de trabajo en equipo en las empresas para la mejora de las relaciones interpersonales a través de la pintura. Junto con relatar su experiencia de vida en Charlas de Seguridad Laboral traspasando lo que significa lidiar con una discapacidad física a los trabajadores expuestos a factores de riesgo en sus jornadas laborales.
Dices que te identificas como un comunicador más que como artista visual ¿cómo te gustaría verte en tres años más?
¡Vivo! (ríe) la verdad no tengo idea. Tengo la oportunidad de realizarme siempre con aciertos y desaciertos. Como que ahora estoy medio jubilado (ríe). Creo que a esta altura de mi vida soy un agradecido, no tengo nada inconcluso y quiero seguir sorprendiéndome de lo que está por llegar. Cuando se logran ciertas situaciones desde la sobrevivencia, de comprarte una casa, que tus hijos crezcan, cuando se logra que tus seres amados estén bien y que tu realización también, el objetivo se desvanece y toma más importancia la ruta en lo que estás viviendo y eso es el descueve porque ahí uno se transforma en eterno. Es como decir…vamos a ir de vacaciones y la ruta es el valor que desconocemos y es más importantes que el objetivo.
Muchas gracias por la entrevista, aún me afloran sentimientos que los estoy descubriendo ahora porque ni siquiera sabía que estaban.